¿Sabes cómo funciona la lavandería de hospital en plena pandemia?

A menudo pasan desapercibidas, incluso se desconoce su existencia. No obstante, las lavanderías de los hospitales no han parado de funcionar durante toda la pandemia por la COVID-19. Lavar, desinfectar, centrifugar, secar, doblar… 

Desde comienzos de la epidemia, la manipulación de la ropa ha representado un riesgo dado que puede ser vehículo de agentes infecciosos, entre ellos el coronavirus. A lo largo de estos meses, el personal de Layfil al completo ha desplegado toda una serie de normas y protocolos para garantizar la máxima seguridad a nuestros clientes en sus procesos sus procesos de segregación, transporte y lavado de la ropa. Estamos hablando de hospitales, residencias de mayores, entidades institucionales…

El nivel de riesgo y por lo tanto el nivel de exigencia de las medidas preventivas ha sido determinado por la procedencia de cada prenda.

Como empresa líder en accesorios y equipo para lavanderías de alta capacidad, Layfil da servicio a varios hospitales y residencias de mayores, y hemos ampliado nuestra prestación a órganos sanitarios para ayudar a capear este temporal de la forma más efectiva posible. Pero, ¿nos hemos parado a pensar realmente lo que ocurría en las lavanderías de los hospitales en plena pandemia? ¿Cómo han logrado hacer frente a la ingente cantidad suplementaria de ropa, sábanas, batas, equipos de protección…?

Las lavanderías de los hospitales realizan una labor fundamental y poco reconocida públicamente, como es la limpieza y desinfección de miles de kilos de ropa a diario. En plena crisis por la COVID-19, esta labor no solo destaca por el volumen sino también por la complejidad del proceso, ya que debido a la pandemia se han establecido protocolos de lavado y circuitos de limpieza específicos para la ropa empleada por pacientes y profesionales en los centros sanitarios.

En este sentido, en las lavanderías de hospitales ya regía un estricto protocolo de seguridad para garantizar la higiene del servicio. Por ejemplo, ya existían barreras sanitarias que impiden que la ropa limpia nunca entre en contacto con la sucia, que debe ser lavada a más de 90ºC de temperatura durante al menos 45 minutos.

Ahora este proceso resulta más laborioso, y se multiplican las operaciones de desinfección y la división en zonas estancas, con las dificultades que implica para el personal, ya sometido a estrictas medidas de protección personal.

Otra gran novedad en la lavandería hospitalaria ha sido la generalización del uso de sacos de autovaciado para lavadora: se trata de bolsas especialmente diseñadas para introducir la ropa directamente en el sistema de lavado, evitando así que el personal manipule la ropa sucia. Desde el comienzo de la pandemia, Layfil ha multiplicado sus esfuerzos para satisfacer la increíble demanda de estos artículos.

Otro gran problema creado por el coronavirus es la enorme cantidad de residuos no reciclables que se están generando, especialmente debido al uso de mascarillas, guantes, batas… en definitiva, EPIs desechables que terminan en nuestros mares. Ahora, los profesionales de la salud están utilizando cada vez más equipos de protección reutilizables.

Ahora, las lavanderías de los hospitales también se están adaptando, y ya es posible lavar y desinfectar con seguridad el gran volumen de EPIs no desechabes. De este modo, se ha dado una solución a las dificultades para adquirir EPIS de un solo uso.

En el caso de Layfil, las bolsas de recogida y los sacos de autovaciado han resultado ser instrumentos esenciales a la hora de evitar el contacto directo entre profesionales y prendas contaminadas. Ahora, hemos ampliado nuestra gama de equipos de protección como mascarillas higiénicas, batas sanitarias y desechables, cubrezapatos y gorros desechables, avalados por nuestra experiencia en el desarrollo de productos para hospitales, centros médicos y residencias.